Estas ayudas son incentivos económicos que ofrecen entidades públicas como la Unión Europea, el gobierno central, las comunidades autónomas y los ayuntamientos. Su objetivo principal es impulsar el crecimiento, la competitividad y el desarrollo empresarial en diversos sectores.
Están pensadas tanto para emprendedores y autónomos que desean abrir nuevos negocios, como para empresas ya consolidadas que buscan expandirse, diversificarse o modernizarse.
El propósito es fomentar inversiones iniciales que activen la economía, ya sea a través de la creación de nuevos establecimientos, la introducción de productos o procesos innovadores, o la modernización de infraestructuras y procesos productivos. También pueden destinarse a la diversificación de negocios ya existentes, permitiéndoles adaptarse a nuevas tendencias del mercado y fomentando la innovación en sectores clave.
Estas ayudas y subvenciones cubren la creación, ampliación y modernización de nuevos establecimientos que generen empleo. Generalmente, incluyen gastos en obra civil, bienes de equipo (excluyendo transporte exterior), estudios previos (planificación, ingeniería, dirección facultativa) y activos inmateriales que cumplan con la normativa de incentivos regionales.